miércoles, 12 de septiembre de 2012

Vocales


U

La U es la vigesimosegunda letra del alfabeto español, vigesimoprimera del alfabeto latino básico, y la quinta (y última) vocal. Su nombre en español es femenino: la u, en plural úes.
En español representa una vocal cerrada y posterior, siendo muda en las sílabas: que, qui, gue, y gui. Se pronuncia con la adición de Diéresis en los dos últimos ejemplos anteriores.

Historia

Se corresponde con la letra U del alfabeto latino o romano. Probable evolución del grafema:
Jeroglífico
(Fonograma U)
Proto-Semítico
Waw
Fenicio
Waw
Griego
Ípsilon
Etrusco
V
Latín
V
Latín
U







O

La O es la decimosexta letra del alfabeto español, decimoquinta del alfabeto latino básico, y la cuarta vocal. Su nombre en español es femenino: la o, en plural oes.
Representa en español una vocal media y posterior.

Historia

Aparece escrito como un círculo, de un solo trazo, en los textos latinos tardíos. En etrusco y en latín arcaico está escrito con dos trazos semicirculares. En el alfabeto griego hay dos oes: una breve, ómicron, y otra larga, omega. El signo fenicio ain significa ojo.
Jeroglífico egipcio
(ojo) ir
Proto-Semítico
O
Fenicio
O
Griego
Omicron
Etrusco
O
Latín
O






I

La I es la novena letra del alfabeto español y del alfabeto latino básico y su tercera vocal. Su nombre en español es femenino: la i (anteriormente i latina) y su plural es íes.
En español representa el sonido de una vocal cerrada y anterior.

Historia

Se corresponde con la letra I del alfabeto latino o romano.














Origen del punto de la i

En la época griega la iota no llevaba punto encima. En las lenguas romances se empezó a escribir en cursiva, y la U se confundía con la I cuando iban ligadas; para diferenciarlas se optó por dotar de un punto a la letra I.

E

E es la quinta letra del alfabeto español y del alfabeto latino básico y su segunda vocal. Su nombre es femenino: la e, con dos formas para el plural: es o ees, siendo más recomendada la primera.
Representa en español el sonido de una vocal media y anterior.

Historia

La hê semítica probablemente representó inicialmente una oración o figura humana que se llamaba (hillul festejar), y probablemente estaba basada en un jeroglífico egipcio similar que era pronunciado y utilizado en forma distinta. En semítico, la letra representaba /h/ (y /e/ en palabras extranjeras), en griego hê se convirtió en Εψιλον (Epsilon) con el valor /e/. Los etruscos y romanos la empleaban de la misma forma. El uso en inglés puede ser distinto como consecuencia del Great Vowel Shift, o sea /iː/ (a partir de /eː/ como en las palabras inglesas "me" o "bee"), mientras que en otras palabras, como por ejemplo "bed", la pronunciación es similar al latín y otras lenguas en uso.












Uso

En español, antiguamente se empleaba como conjunción copulativa, proveniente del latín et.3 Actualmente se utiliza la semivocal y /i/, salvo cuando se encuentra antes del sonido /i/ formando diptongo con la sucesiva, para evitar el hiato.4 Aunque sí debe usarse y cuando comienza una frase empleándose de manera adverbial para expresar énfasis (por ejemplo "¿Y Inés?").4
Se considera que es la letra que más se repite en los textos en español. También es la más frecuente en los idiomas checo, danés, neerlandés, inglés, francés, alemán,  húngaro, latín, noruego y sueco.

A

La A es la primera letra del alfabeto latino básico y de los alfabetos derivados del mismo, como el alfabeto español, así como de los alfabetos germanos. En el Alfabeto Fonético Internacional representa la vocal abierta anterior no redondeada. En la ortografía de numerosas lenguas de escritura latina, como el español, tiene ese mismo valor.1 En español su nombre es femenino: la a y su plural es aes. La letra a es en un sonido casi universal que se encuentra a la cabeza de numerosas lenguas; excepciones importantes son el mongol o el tibetano, entre otros.

Historia

Proviene de la letra alfa de los alfabetos griegos occidentales.














Primera letra de la mayoría de los alfabetos de las lenguas indoeuropeas. Su forma se asocia a la de un jeroglífico egipcio con semejanzas al pictograma proto-semítico que representa la cabeza del dios Apis (buey con cuernos) procedentes quizás de la antigua escritura hierática egipcia, como lo muestra la figura. Los fenicios la designaron alph, que quiere decir buey, al asociar esta grafía con la cabeza y los cuernos. Los griegos, por su parte,la llamaron alfa, cuando esta civilización adoptó el alfabeto, que no tenía ningún uso para la parada glotal el primer fonema de la pronunciación de la letra fenicia, y el sonido que la letra indicada en semítico fenicio y otros idiomas, por lo que utilizó una adaptación de la señal para representar la vocal / a /, y le dio el nombre similar de alfa. En las primeras inscripciones griegas después de la Edad Oscura griega, que data del siglo 8 a. C., la letra se basa en su lado, pero en el alfabeto griego de los últimos tiempos por lo general, se asemeja a la letra capital moderna, aunque muchas variedades locales se distinguen por la acortamiento de una pierna, o por el ángulo en el que se establece la línea transversal.
Los etruscos trajeron el alfabeto griego a su civilización en la Península Itálica y no se produjeron cambios. Los romanos más tarde adoptaron el alfabeto etrusco para escribir la lengua latina, y la letra resultante se conserva en el alfabeto latino utilizado para escribir muchos idiomas, incluyendo Inglés. Variantes tipográficas incluyen una forma de letra llamada romana y otra llamada italiana o itálica, ambas se pueden vislumbrar en la imagen.






La letra tiene dos formas minúsculas. La forma utilizada en la escritura más reciente consiste en un movimiento circular y vertical ("ɑ"), llamada itálica o italiana. Este lento desarrollo de la forma del siglo V se asemeja a la letra grieg tau en la Edad Oscura escritores irlandeses e Inglés. [2] La mayoría del material impreso se utiliza un formulario que consta de un pequeño bucle con un arco sobre ella ("a"), llamada romana y ambas derivan de la forma mayúscuula. En la escritura griega, era común para unirse a la pierna izquierda y el movimiento horizontal en un solo lazo, como lo demuestra la versión primera aunque otros tomaban la pierna derecha vertical. En algunos de ellos, el serif que comenzó la carrera de la pierna derecha se convirtió en un arco, lo que resulta en la versión impresa, mientras que en otros se dejó caer, dando lugar a la forma escrita a mano moderno.
Con el tiempo, se regularizaron las primeras formas latinas. Otra forma de la letra a, procedente de cursivas, se adoptó durante el siglo I a. C.: es el prototipo de la a minúscula carolina que introdujeron los humanistas y que posteriormente, desde 1470, utilizaron los impresores italianos y parisienses.

Uso

Aunque se podría pensar que la letra a es la usada con más frecuencia en el idioma español tenemos que se encuentra en el segundo lugar siguiendo a la letra e. Sin embargo en los diccionarios de la Real Academia Española se puede notar un uso mayor de esta letra contradiciendo la estadística anterior.4
En el idioma inglés la letra a se computa como la tercera más usada con frecuencia de 8% y en francés se encuentra en segundo lugar con un uso de 7.6%; en los textos alemanes, sin embargo, la letra tiene una frecuencia de 6,51 %, figurando en el sexto lugar, en portugués es la tercera letra más usada con frecuencia relativa de 36,8%.
A continuación se presenta un cuadro con los usos de la letra a en comparación con otros idiomas